sábado, 5 de julio de 2014

Se feliz y el mundo te sonreirá

“La vida es un sendero que fluye como el río que va al mar”.

Puede parecer una frase muy tópica y excesivamente usada, pero cuando tanta gente emplea las mismas metáforas significa que no pueden estar tan alejadas de la realidad como uno podría llegar a pensar.

La vida es un sendero que fluye como el río que va al mar y mientras caminas por este sendero te encontrarás mucha gente y toda ella muy variopinta. Algunos llamarán tu atención y te detendrás a hablar con ellos, otros en cambio no llamarán tu atención y pasarán de largo sin llegar a saber que podría haber sucedido, e incluso algunos querrás evitarlos a toda costa para evitar problemas que puedan hacer que pierdas tu rumbo.



Este camino no es realmente el clásico camino recto como podría ser la carretera que recorre la meseta, sino más bien una continua y constante bifurcación tras otra en la que además hay numerosas intersecciones. Será en estas intersecciones dónde encontrarás gente, mucha gente, la verdad. Por eso lo mejor que puedes hacer es que al igual que en los videojuegos te detengas un minuto y hables con ellos, porque puede que tengan algo importante que contarte o simplemente esta interacción temporal te ayude a enriquecerte con nuevas vibraciones que nunca creíste posibles en ti mismo. Hay personas que lo harán en forma de felicidad y otras preferirán marcarte con heridas que te recuerden que alguna vez os cruzasteis en el sendero, pero siempre serán experiencias que te ayudarán en las próximas intersecciones.



No pierdas nunca cualquiera de las oportunidades que te ofrece el destino, porque una persona que aprovecha las oportunidades es una persona con suerte. La suerte no es una cuestión de azar sino de probabilidades, y aquella que crea más oportunidades siempre tendrá más posibilidades de que las cosas le salgan bien. Cada persona es libre de forjar su propio destino.

Y por encima de todo esto, no olvides nunca sonreír, porque puede que alguien, sin tu saberlo, se enamore de tu sonrisa. Y te aseguro que por mucho temor que le puedas tener, enamorarte será un sentimiento adictivo que jamás olvidarás.
Si sigues todos estos consejos básicos no digo que tu vida vaya a ser perfecta, todo el mundo sabe que eso es difícil que ocurra; pero lo que si tendrás, sin lugar a dudas, es una vida rica en matices y en la que disfrutarás cada instante de felicidad que el mundo te brinde.



Simplemente, relájate y disfruta, porque la vida es un camino que recorres junto a otros compañeros de viaje mientras admiras cada uno de los sabores, olores y colores con los que te mira la naturaleza.


Se feliz y el mundo te sonreirá.

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