sábado, 26 de julio de 2014

El verano

El verano es esa época en la que cualquier persona con ansias de libertad desearía vivir eternamente.


Son días de sol y calor, días en los que romper la rutina es una condición indispensable para disfrutar a tope desde el mismo minuto en el que amanece, y presenciar el atardecer no es más que la continuación de las ganas de vivir.


Es el momento de los festivales y conciertos, de fiestas continuas de barrios y pueblos. Es el instante antes de una ola rompiendo, de tablas y sandalias, y de gente tras una pelota corriendo. Es la época de los colores, los pantalones cortos y el cuerpo descubierto; de los días largos, las hogueras y los romances de verano. Es la estación de las experiencias más intensas, de los besos a escondidas, de probar cosas nuevas; de vivir al límite y escribir cada uno su propio cuento. Son los días con los colegas, las risas en las calas y las excursiones por montes y montañas.


El verano es la época de la libertad, de esos tres meses en que vivir es madurar y aprender se hace por diversión y no por necesidad.


Todo el mundo tiene en su corazón el recuerdo de su verano perfecto, de esos largos días que quizás con el tiempo exageramos, pero que nos ayudan a esperar con impaciencia la llegada de la liberación.


Porque el verano es esa época y estado mental en el que desearíamos vivir eternamente.


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